Necesito administrador de fincas: ¿cómo elegirlo?
Necesito administrador de fincas: elegir un buen administrador de fincas para una comunidad de vecinos no es una labor sencilla. Mucha gente cree que cualquiera puede hacerlo y que el trabajo consiste únicamente en hacer pagos a proveedores y contabilizar los cobros de las cuotas de los copropietarios, pero lo cierto es que sus funciones van mucho más allá y, en muchas ocasiones, se requiere de una cualificación específica para desarrollar determinadas labores.
Además, en la actualidad, no contamos con mucho tiempo libre, por lo que es natural que no queramos invertirlo en gestionar temas relacionados con la comunidad, como ocurría hace algunas décadas. Por eso, es normal que cada vez sea más habitual la figura del administrador de fincas. En Mansio puedes encontrar al administrador de fincas que necesitas sin tener que perder mucho tiempo. Pero, ¿sabes cuáles son las cualidades que debe tener un buen administrador de fincas?
Necesito administrador de fincas: ¿Qué características debe tener un administrador de fincas?
Las tareas desempeñadas por un administrador de fincas engloban numerosas funciones que precisan de contar con conocimientos en muy diferentes materias, por lo que es importante elegir a un profesional cualificado que, además, esté adecuadamente colegiado para poder ejercer como tal. Y es que la colegiación es lo que nos asegura que el profesional posee la formación profesional adecuada y que se encuentra reconocida legalmente.
1. Cursos de formación y reciclaje
Además de la colegiación, es importante que nos informemos de si el profesional recibe cursos de formación y reciclaje continuos, lo que es fundamental si pensamos que la legislación sobre propiedad horizontal se encuentra en constante cambio. Contar con un administrador que esté al día de las normativas y que esté comprometido con su profesión hará que la comunidad esté mejor informada.
2. Medios tecnológicos
Actualmente, casi todas las empresas se benefician de las ventajas de la digitalización y los administradores de fincas no podían ser menos. Los recursos tecnológicos facilitan su trabajo y ayudan a realizar una gestión eficiente. Cada vez son más las plataformas y aplicaciones que tenemos a nuestra disposición para que los administradores puedan mantener un contacto continuo con los comuneros.
3. Dedicado exclusivamente a la administración de fincas
También es recomendable buscar una persona que esté dedicada solamente a su profesión, es decir, que sea especialista en su campo por si necesitamos asesoramiento en cuestiones muy concretas. Si el administrador se dedica a otras labores ajenas a las comunidades de vecinos, puede que la gestión de nuestra finca sea únicamente un sobresueldo de escaso interés para él.
4. Transparencia con las actuaciones y cuentas
Lo ideal es que el administrador de fincas mantenga un contacto constante con los vecinos en lo que respecta a la contabilidad de la comunidad, de modo que puedan saber cuál es la situación de la tesorería. Pero además, es una manera de imponer cierto autocontrol a la administración para que lleve a cabo todas las actuaciones necesarias en la medida de lo posible.
5. Trato personal
La cercanía con los propietarios es otro de los aspectos a tener en cuenta. Esencial para atender los problemas y situaciones que puedan ir surgiendo. Tratar los asuntos personalmente, indagar en las diferentes circunstancias al detalle y mantener una comunicación fluida es lo que marca la diferencia entre los profesionales del sector. Cada comunidad presenta sus particularidades y no hay mejor forma de tratar los asuntos personales para encontrar una solución eficaz que prestando atención a sus necesidades concretas.
6. Capacidad de mediación
Es importante que el administrador tenga capacidad de mediación para intentar que los comuneros puedan llegar siempre a un acuerdo que resulte beneficioso para todos. Hay que evitar que el profesional tenga un trato complicado o una actitud dictatorial, ya que lo único que se conseguiría es añadir problemas a una profesión que, ya de por sí, no es fácil.
7. Seriedad y formalidad
También son requisitos a tener en cuenta la seriedad y la formalidad. Las personas informales no responden cuando hace falta, no atienden las llamadas, constantemente están retrasando las citas o directamente ni las dan, y que no estén siempre poniendo excusas. No debemos admitir ese tipo de comportamientos. Hay muy buenos profesionales en el mercado, solamente hay que saber elegir al adecuado.
8. Avance y progreso en la comunidad
Un buen administrador de fincas tiene que encontrar la manera de que la comunidad continúe avanzando. Se trata de encontrar posibles cambios de mejora para la finca y encargarse de las labores de mantenimiento antes de que surjan problemas graves. Por supuesto, siempre respetando las cuentas aprobadas por la comunidad y los cauces legales para aprobar los posibles cambios.